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Acerca dos Haikus de Allan Ginsberg (Ensaio)
Por Gregorio Muelas Bermúdez Publicado em Ensaio, Espanha, Literatura a 19 de Setembro, 2021 1331 palavras
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American Sentences: los haikus de Allen Ginsberg

Allen Ginsberg (1926-1997) fue a la Universidad de Columbia, en Nueva York, en la década de 1940. Allí conoció e hizo amistad con Jack Kerouac, Neal Cassady y William S. Burroughs, los cuatro compartían ideas y razón estética y acabarían convirtiéndose en verdaderos iconos de la Beat Generation. En 1954, Ginsberg se trasladó al otro extremo del país, a San Francisco, donde en la década de los sesenta se dedicaría al activismo político y… el Zen. Dos ocupaciones a las que se entregó con verdadera pasión, usando su ingenio y su humor para luchar por la libertad individual y el pacifismo, son conocidas sus protestas contra la Guerra del Vietnam en Chicago, a finales de agosto de 1968, durante la convención del Partido Demócrata del presidente Johnson, y a favor de las drogas y los derechos gay. Iconoclasta como otros miembros del conocido movimiento contracultural, Ginsberg también se dejó seducir por lo oriental, en especial por el budismo, de la mano de su maestro, el budista tibetano Chögyam Trungpa, Rinpoche; pero a diferencia de sus colegas, Allen fue más crítico, llegando a considerar el haiku como un paradigma de sofisticada imperfección. Esta afirmación, que nos puede parecer sorprendente a priori, tal vez no lo sea tanto si consideramos que la naturaleza en la que se inspira tampoco es perfecta, al menos la naturaleza que conocía el poeta, mediatizada por la codiciosa mano del hombre, lejos de la naturaleza salvaje.

¿Por qué el haiku influyó tanto al bardo norteamericano? Una de las máximas del poeta de Newark fue condensar, es decir, cortar. El haiku, con su forma breve, concisa, parecía ajustarse a esta idea. Sin embargo, Ginsberg se refirió en más de una ocasión a la imposibilidad de adaptar esta forma japonesa al inglés y señalaba que dividir una composición en tres líneas de cinco, siete y cinco sílabas hacía que todo fuera un ejercicio de contar, no de sentir, y que, por tanto, resultaba demasiado arbitrario para ser poesía. Para Ginsberg, como para Kerouac, en el haiku debía caber absolutamente todo.

Para solucionarlo, Ginsberg ideó, a mediados de la década de 1980, una forma original: sus American Sentences, donde cada sentencia contenía 17 sílabas, un número de palabras mínimo para conseguir un efecto máximo. De esta manera, Ginsberg intentaba “americanizar” con mayor precisión una forma que a la que previamente la poesía estadounidense solo se había conseguido aproximar, y no siempre de manera afortunada.

Al igual que las aproximaciones de la lengua de Shakespeare al haiku, en las American Sentences Ginsberg trabaja estrechamente con la concisión de la línea y la nitidez del detalle. Pero a diferencia de su ilustre predecesor literario, se comprime en una sola línea de poesía e incluye una referencia a un mes y año (o alternativamente, una ubicación) en lugar de una estación de año o palabra que haga referencia a ella, como sucede con el kigo japonés.

Al igual que el haiku, las American Sentences son extremadamente vívidas y orientadas al detalle. El énfasis está en la imagen, en lugar de la retórica, o el lirismo. A diferencia del haiku, sin embargo, estos son más adecuados para el idioma inglés con acento americano, lo que permite una forma de expresión más natural, superando la rigidez estética del haiku tal y como se había practicado antes. Así dice el autor:

la idea que tenía era que los huecos en el espacio y el tiempo a través de imágenes yuxtapuestas, al igual que en el haiku se obtienen dos imágenes que la mente conecta en un instante, y así que el destello es la pequeña sensación (extracto de la entrevista de Allen Ginsberg por Thomas Clark “Allen Ginsberg, The Art of Poetry No. 8,” Paris Review, 37, Spring 1966).

Veamos dos claros ejemplos:

Nov 1991 N.Y.
Put my tie on in a taxi, short of breath, rushing to meditate

“Me pongo la corbata en un taxi, me falta el aire, me apresuro a meditar”.

Tompkins Square Lower East Side N.Y.

Four skinheads stand in the streetlight rain chatting under an umbrella.

“Cuatro cabezas rapadas están de pie bajo la lluvia de farolas charlando bajo un paraguas”.

Las American Sentences se pueden dividir en dos períodos, de acuerdo con sus años de composición: 1987-1992 y 1995-1997, el primero vería la luz en el volumen Cosmopolitan Greetings: Poems, 1986-1992 (HarperCollins, New York City, 1994), y el segundo en Death & Fame: Last Poems 1993-1997 (HarperFlamingo, New York City, 1999).

Antes, Allen Ginsberg había intentado seguir la estela de Kerouac, tanto es así que es posible rastrear su influencia, incluso en su célebre Aullido (Howl), donde es posible hallar algunas composiciones próximas a la forma y el espíritu del haiku, como estas, localizadas en la Parte I:

The master
emerges from the movies:
the silent street

I don’t know the names
of the flowers – now
my garden is gone

winter midnight streetlight smalltown rain

Uno de los más conocidos fue el que Allen compuso en la muerte de su gran amigo Jack Kerouac:

Memory Gardens
Covered with yellow leaves
                   in morning rain

Jardines de la memoria
Cubiertos de hojas amarillas
en la mañana lluviosa

Tal vez la obra más conocida en la producción haikista de Allen Ginsberg sea Mostly Sitting Haiku (Paterson, New Jersey: From Here Press), cuya primera edición data de 1978. En el texto de contraportada, firmado por William J. Higginson, éste define la obra como una intersección o cruce entre la corriente “mainstream” de la época y el “movement” haiku en Norteamérica. La mayoría de las composiciones de este pequeño volumen, de apenas veinte páginas, se ciñen a los tres versos conocidos aunque con una absoluta libertad en el número de sílabas; no obstante, aquí podemos hallar al Ginsberg más ortodoxo, al menos en las imágenes que recrea, veamos algunos ejemplos significativos:

Against brown grass
     the hole in a black truck tire
          swings slowly between trees.

Sunlight mixed with dust
      rises behind a truck
            on the dirt road.

White sun up behind pines,
     a moth flutters past
          the brown wood pile.

En los tres ejemplos citados, Ginsberg fija una acción que se produce en un marco natural, el bosque o un camino polvoriento, y lo hace con una enorme plasticidad, como lo concibieron los grandes maestros japoneses.

Como podemos observar, el “haiku”, o su versión americanizada, estuvo muy presente en la obra del gran poeta estadounidense, aunque en momentos muy concretos, quien además de contribuir a popularizar esta forma milenaria en Norteamérica, fue capaz de agregar nuevos matices, haciendo avanzar al género en la otra orilla del Pacífico.

 

(1) Traducción propia.

 


 

 

Gregorio Muelas Bermúdez nace en Sagunto (Valencia, España) en 1977. Licenciado en Historia por la Universidad de
Valencia. Ejerce la crítica literaria en diversas publicaciones digitales e impresas. Es codirector y
editor de CRÁTERA Revista de crítica y poesía contemporánea, miembro de la Junta Directiva de la
Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios y del Consejo Editorial de la web Todo
Literatura. Ha ganado el Poetry Slam del I Festival de Poesía de Valencia “Vociferio” 2011 y el
Primer Premio del II Certamen de Haikus “Hawai Chigetsu”. Ha publicado los poemarios Aunque
me borre el tiempo (2010), Un fragmento de eternidad (2014) y Estado de Acedia (2019), los libros
de haikus La soledad encendida (2015) y A la luz de la flor del almendro (2017), y el libro de
ensayo Polifonía de lo inmanente (2017).

 


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